Guardar los dientes de leche podría salvarte la vida

Un niño con su diente de leche recién caído

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Perder los dientes de leche es algo por lo que hemos de pasar todos cuando somos niños. Es la señal de que nos estamos haciendo mayores. Y como casi todos, al día siguiente de perder uno, nos gustaba que el Ratoncito Pérez nos dejara algo de dinero bajo nuestra almohada.

Si además tienes edad para haber tenido hijos, también recordaras haber asumido tu el papel de Ratoncito Pérez, dejando el dinero bajo la almohada de tus hijos para alegrarles esta nueva etapa de su vida. Con este simple gesto los niños pueden empezar a aprender a gestionar su dinero.

Pero ¿que haces con el dientes después del intercambio por dinero? Algunas personas los guardan como recuerdos sentimentales, pero mucha gente normalmente los tira. Después de todo ¿Que podría aportar un diente de leche caído? Bueno, pues resulta que mucho:

Un estudio realizado en 2003 demostró que los dientes de leche son una rica fuente de células madre. Estas son como protocélulas que pueden crecer siendo otros múltiples tipos de células si es necesario.

Esto significa que si más adelante en la vida, un niño necesita tejidos por cualquier motivo, las células madre de sus dientes de leche se pueden usar para hacer crecer ese tejido necesario… ¡¿Es bastante impresionante, no?!

Potencialmente, esta práctica de almacenar los dientes de leche podría salvar vidas y tratar una gran variedad de problemas y enfermedades graves. Sigue leyendo para obtener más información sobre este increíble proceso.

Perder los dientes de leche, o los dientes de hojas caducas, como se les conoce bien, es un rito de paso para los niños de todo el mundo.

Perder los dientes de leche es algo que les ocurre a los niños de todo el mundo.

La gran mayoría de nosotros recuerda ese momento en el que notó un diente que se movía. Ahí sabíamos que algo estaba cambiando, y luego una vez caído, la extraña ausencia del diente.

Pero lo que más recordamos es la promesa de que el Ratoncito Pérez nos iba a dejar una recompensa por esos dientes.

La tradición de recompensar los dientes de leche caídos se remonta a tiempos bastante lejanos. Algunos lo vinculan a la antigua cultura nórdica, donde los dientes de leche eran considerados símbolos de buena suerte.

Otras culturas en todo el mundo también tienen tradiciones específicas con los dientes de leche.

¡Pero se podría decir que los dientes de leche si que pueden traer buena fortuna, aunque no del tipo mágico, sino del tipo medicinal!

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En 2003, un estudio determinó que los dientes de leche contienen células madre, que si se conservan rápidamente después de caerse, estas pueden almacenarse durante años y así usarse en casos de problemas médicos en momentos posteriores en la vida.

Así que si pensaste que conseguir dinero por tus dientes era algo bueno, entonces tener la oportunidad de regenerar cualquier tejido, desde células del corazón hasta células cerebrales, y reparar el tejido dañado es algo realmente muy muy bueno.

Pero hay un problema: los dientes de leche se tienen que conservar frescos. Como cualquier material orgánico, las células madres se degradan y desaparecen con el tiempo.

Con mantener los dientes de tu hijo en una cajita no va a ser suficiente.

Los padres pueden usar servicios como los de Store-A-Tooth o Stemsave para preservar adecuadamente los dientes de tus hijos.

Los dientes se colocan en una bóveda de crioconservación de nitrogeno líquido, donde las células madre permanecerán intactas y usables durante años.

Cuando el infante sea un adulto y por alguna complicación necesite esas células madre, los dientes se sacan de ese almacenamiento y se envían al médico.